By Maria Paula Guillaumet
After accumulating notebooks with my notes for years, I decided to make a virtual repository with my topics of interest. Here you can find a little of this and that.
Después de acumular por años cuadernos con mis notas, decidí hacer un repositorio virtual con mis temas de interés. Aquí podrán encontrar un poco de esto y aquello.
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La temperatura de confort es la que los usuarios identifican como sensación de satisfacción, es decir, cuando no se siente ni frío ni calor. Esta sensación de “estar confortable” depende de varios factores además de la temperatura: como la humedad del ambiente, el movimiento del aire, la actividad que estamos realizando, y el metabolismo de nuestro cuerpo.
Para mantener un espacio interior a una temperatura estable en la que podamos sentirnos a gusto, se necesita muchas veces de agregar o quitar calor. Esto es debido a los intercambios que se producen entre el espacio interior y el exterior, o el espacio interior y los elementos que se encuentran dentro de él.

Si nos centramos en los intercambios entre el espacio interior y el exterior, un factor que resulta clave es conocer los grados-día característicos del clima de un determinado lugar, para poder dimensionar cuánto calor necesitaremos agregar o quitar. Los grados-día dan cuenta de cuántos grados del ambiente exterior necesitaremos compensar, para alcanzar la situación de confort interior. Por ejemplo, si nuestra temperatura de confort fuera de 20ºC para la temporada invernal, pero la media diaria fuera de 8ºC, necesitaría compensar 12ºC para mantener la temperatura adecuada en el interior.
Para entender de qué forma se relacionan estas dos variables en un caso real, se recolectaron las temperaturas diarias máximas y mínimas de la ciudad de Rosario (Argentina) desde 1982. Con esta información, se elaboraron gráficos interactivos en los que se puede ver un promedio histórico de grados-día necesarios, de acuerdo a la temperatura de confort seleccionada.
El objetivo de este ejercicio es entender que existe una variabilidad interanual en los requerimientos energéticos para alcanzar una cierta temperatura, y que dicha variabilidad también ocurre al interior de cada año. Algunos inviernos son más fríos, o los veranos más cálidos, pero el consumo de energía está directamente relacionado con la temperatura que establecemos en nuestros termostatos, calefactores o aires acondicionados.